Pretendemos de forma sencilla, aportar algunos consejos que atenúen el eterno problema de las fisuras en los pavimentos continuos de hormigón. Se trata de una experiencia real.
Durante la ejecución del hormigonado de unas soleras se fueron tomando series de probetas para ir comprobando su resistencia a compresión. Además se tomaron muestras de hormigón fresco para determinar la densidad, granulometría de los áridos y contenido de árido grueso.
Debemos resaltar que durante la puesta en obra, existían temperaturas muy cercanas a los 30° C, siendo apreciable además, una ligera brisa discontinua que facilitaba y aceleraba la desecación del hormigón.
Analizadas las series de los hormigones vertidos por la planta de hormigones A, se deduce que los hormigones dan la resistencia característica y poseen una densidad adecuada.
Una vez terminada la ejecución, rápidamente aparecieron fisuras en la mayoría de las soleras.
Como consecuencia de esta circunstancia, se realizó una prueba en presencia de los técnicos de la propia planta de hormigones, se vertieron hormigones con las mismas características, observandose de nuevo la aparición de fisuras en cuantia similar.
Posteriormente se decidió cambiar de planta de hormigón, pasando su contratación a la planta de Hormigones B con un personal de vertido recomendado por ellos. Teniendo en cuenta que las condiciones climáticas fueron las mismas, el resultado de la ejecución fue sensiblemente mejor, no aparecen fisuras o si aparecen son microfisuras y en poca cantidad.
Tras analizar con detalle las diferencias entre una experiencia y otra se extraen las siguientes conclusiones:
- Las razones por las que el hormigón se fisura encuentra respuestas en varias cuestiones. La primera es la contracción plástica cuando el hormigón es vertido. También se origina por las condiciones térmicas a las que se ve sometido. Sin embargo la causa más frecuente es la contracción por secado.
- Los mecanismos característicos de la contracción por secado, son procesos bastante complejos inducidos por factores relacionados directamente con las fuerzas capilares originadas en la pasta de cemento y por las propiedades de retracción de los áridos.
- Actualmente se sabe que maximizar la cantidad y medida de grano grueso aumenta la contracción alrededor de un 30%. Por otra parte es recomendable mantener el contenido de agua lo más bajo posible.
- El tipo de cemento, su origen y su composición, no resulta ser un factor tan preponderante como la cantidad y la calidad del agua, pero es un criterio que conviene considerar en el momento de diseñar, ya que no todos los cementos presentan el mismo comportamiento.
- La presencia de aceleradores de fraguado en tiempo caluroso aumenta la presencia de fisuras.
- La cantidad de agua y la temperatura de la misma también afectan a la fisuración, ya que el hecho de que el agua posea una temperatura elevada, provoca mayores temperaturas del hormigón y a medida que esta aumenta también aumenta la demanda de agua y disminuye su calidad.
FACTORES DETERMINATES
- Experiencia y conocimiento de los técnicos de diseño y dosificación de la mezcla en la planta de fabricación. Calidades y granulometrias.
- Pericia de los operarios directos implicados en la puesta en obra, incluidos los medios auxiliares utilizados por estos.
- Equilibrada disposición en planta de juntas de dilatacíon y juntas de retracción.
- Clima, temperatura pronosticada, humedad relativa y velocidad del viento.
MEDIDAS DE MEJORA
- Reducción de la temperatura de los áridos
- Emplear agua fría en el amasado, reduce la temperatura del hormigón
- La aplicación de aditivos retardadores y plastificantes en el amasado, amplian el tiempo de fraguado y reducen la demanda de agua de la mezcla en su reacción.
- La utilización de fibras
- El amasado genera calor, se debe amasar en bajas revoluciones.
- Las bases y las armaduras deberán enfriarse con agua
- Previo al vertido y durante el mismo, es aconsejable instalar pantallas protectoras contra el viento si la ubicación y tipología de la actuación lo permiten.
- Tras el vertido, es recomendable la aplicación de productos de curado que impidan la desecación superficial acelerada.
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