Hay más soluciones que colores para la reparación de pilares. En general, lo apasionante de la rehabilitación es la búsqueda de la solución más adecuada a cada elemento, entendiendo como funciona en la actualidad y aplicando la solución idónea para devolverle las propiedades perdidas, en la búsqueda de la mínima afección y la máxima eficiencia.
El caso que nos ocupa es, además significativo para mí. Fue la primera obra que compartí con mi compañero y amigo (y creador de este blog) Raúl Romero, y, un gran ejemplo de conocimiento del funcionamiento de las estructuras por parte de la persona que parió la solución que terminamos aplicando.
Consiste en la reparación de la base de un pilar redondo de diámetro 25 que, como podéis observar en la foto, está bastante deteriorado, por ser suave:
Recibe junto con otros restantes, la carga de un voladizo y la transmite al terreno, estimada en una carga vertical de aproximadamente 20 Tn.
Ante esto, ¿que hacemos?
Recién incorporado Raúl a las filas de lo que fue nuestro antiguo lugar de desarrollo profesional, Soltex, le hice la pregunta. La respuesta fue inmediata. "Demolemos el pilar y hacemos uno nuevo de estructura metálica". Es lo que hubiese hecho el 90% (por ser generosos) de los técnicos que se hubiesen encontrado con el dilema. Yo, le propuse a continuación: "Y... ¿por que no lo reparamos?" Raúl constriñe la mirada. No es lo habitual. Lo normal es tirar lo antiguo y sustituir por los nuevos materiales.
Según la RAE, Rehabilitar es "Habilitar de nuevo o restituir algo o alguien a su antiguo estado", así que, en el ejercicio de nuestra profesión de Rehabilitador, ¡Rehabilitemos!
Para ello, lo primero, observamos detenidamente el entorno y la zona afectada:
- Para susto del propietario, el pilar está apuntalado, aunque, por la deformación de los redondos y en avanzado estado de disgregación del hormigón, es de entender que el pilar no estaba trabajando demasiado. 1º premisa: No sabemos hacia donde, pero la estructura actual está absorbiendo parte del trabajo que le tocaba hacer a este elemento.
- Estamos en una zona rural de campo abierto. Terreno arcilloso que, cuanto más peso tiene, mejor trabaja. Para muestra, muy cerca de la zona que nos toca tratar, existe una iglesia con torreón, de la cual sólo queda el torreón (lo que más pesa).
- Estamos expuestos a acciones de viento, ya que es un pilar exterior.
Por tanto, nuestra solución debe cumplir con las tres premisas anteriores:
1.- No afectar al estado de cargas actual y conferirle al pilar las propiedades perdidas en caso de que tenga que entrar en acción.
2.- Si la solución pesa, mejor, ya que, favoreceremos al terreno que nos sustenta el pilar.
3.- Nuestra solución mejorará en lo posible las acciones del viento, es decir, los esfuerzos laterales a los que este quede expuesto.
La propuesta consiste en la colocación de un tubo de acero estructural que "encamise" al pilar. Este tubo estructural trabajará por confinamiento, y la transmisión de cargas será por conexión con ambos materiales, no afectando así al nudo existente superior frente a un posible apoyo del refuerzo:
Vista la solución, procede la ejecución:
Como aspectos a tener en cuenta en la ejecución, se ejecutó una ampliación de la zapata existente con hormigón armado, aplicamos un desbastado a toda la superficie del hormigón para garantizar la correcta adherencia del material de pegado, se presentó el refuerzo, se realizaron las correspondientes soldaduras, ejecutamos la inyección por colada del epoxi cemento asegurándose de que salía por la cara inferior, y se procedió a los remates necesarios para su pintado final. La obra fue ejecutada en septiembre de 2008, y hasta la fecha, el funcionamiento del elemento es correcto.
Desde aquí, mi más sincero agradecimiento a D. Antonio Carranza, Autor de la solución.
"No basta saber, se debe también aplicar. No es suficiente querer, se debe también hacer"
Johann Wolfgang Goethe
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